¿Cómo hacer presentaciones que sirvan?

Ya sea en persona o en zoom, a clientes o colaboradores, todos tenemos que hacer presentaciones. ¿Pero cómo hacerlas para que funcionen y no terminemos hablando frente a personas que miran más a su celular que a nosotros? Aquí comparto algunos consejos que pueden ser de utilidad.

  1. Define la agenda de tu audiencia. Las presentaciones nunca se deben hacer en abstracto, siempre se deben planear pensando en alguien en particular pues solo así podemos definir qué problema ayudas a resolver con tu exposición. Si la presentación se trata de ti, mal negocio. La exposición se trata de cómo lo que tú tienes que decir es útil para alguien más.
  2. Define la intención. Las presentaciones no deben organizarse a partir de la información disponible sino a partir de la intención. ¿Para qué haces la presentación y qué quieres lograr con la misma?, ¿qué conducta quieres provocar?, ¿qué objetivo persigues y cómo sabrás si funcionó? Esto significa ver las exposiciones como ejercicios de persuasión y no como la presentación de un documento.
  3. Define tu mensaje clave. Las personas que te escucharán reciben cientos de mensajes al día, incluso algunos mientras estás presentando, de ahí que pretender que alguien recuerde tus 10, 20 o 40 láminas es una tarea imposible. Por eso, la pregunta que debes hacerte es cuál es la idea central que quieres que recuerden incluso días después de tu exposición y es sobre esa base que se debe seleccionar la estructura y el contenido de la presentación.
  4. Define las emociones que buscas generar. Los mensajes que se nos graban son los que tienen un impacto emocional. Por eso es necesario identificar cuáles son las reacciones que deseamos despertar: ¿preocupación?, ¿entusiasmo?. En la medida en que el contenido tiene un efecto en el ánimo de quien escucha, tiene mayor probabilidad de ser recibido y recordado.
  5. Define la estructura narrativa. Una presentación no puede ser solo una sucesión de láminas, ni debe responder únicamente a una lógica por temas. Para atrapar la atención, es necesario que tenga una estrategia. ¿Cuál? La que funcione mejor en función del tema, audiencia y estilo personal. Para algunos, puede ser a través de un mensaje inicial muy potente que atrape las miradas y que luego se explique durante el resto; para otros, puede ser la construcción de un problema que preocupe al auditorio hasta que se presente la solución. No hay recetas rígidas, lo único claro es que debe tener una intención que determine qué información debe ser entregada en cada momento de la exposición.

Estas cinco medidas pueden ayudar a comunicar mejor y espero que su aplicación te ayude a tener mejores resultados. Como siempre, quedo atento a los comentarios.